jueves, 19 de noviembre de 2009

Recomendación

No voy a quemar empresas pero aguas con los mensajitos de envía "cualquier cosa" al 12345 o con andar dejando su número de celular por internet.

Me ha costado trabajo cancelar el servicio de chistes que no contraté pero que se tomaron la molestia de renovar dicho contrato cada semana. Yo ni cuenta me había dado, hasta que me dijeron que cada semana te tumban 30 pesotes de tu saldo... y yo que pensaba que el saldo se acababa pronto por las llamadas de larga distancia ¬¬

Fue en julio cuando me topé con una página donde ofrecía bajar un tono de las canciones de Michael Jackson por la módica cantidad de $3 (o eran 10?). Yo, conmovida por su reciente muerte, me animé a dejar mi # de celular en esa página pensando que el tono me llegaría a mi correo o algo así y que obviamente el cobro sería a través de mi saldo del celular. Pasaron apenas unos segundos despues de haber dejado mi # de cel cuando ya me estaba llegando un mensajito al cel. Ahi venía la página y la clave para bajar mi tono, entré y oh sorpresa, no había ningún tono de MJ disponible, había de Fanny Lu y otras canciones de moda, pero ningúno me llamó la atención, así que no bajé nada.

Sentí que no había perdido mucho, y estaba conciente de que el saldo de todas formas se me descontaría, o sea, muy mi problema si nada de eso me gustó, aunque si vi como un fraude el gancho de MJ que utilizaron.

Lo que vino después de eso, fue estar recibiendo constantemente un mensaje en el celular que decía que contaba con "6 créditos" y también venía una liga a internet y un teléfono 01-800. Intenté llamar y nunca me contestaron. Lo que yo quería saber era a que se refereían con esos 6 créditos, digo para utilizarlos no?

Después de eso, me empezaron a llegar chistes sin chiste. Chistes de esos que te cuenta un niño de primaria, aquí va un ejemplo:
En un restaurante.
-Mesero, este platano está blando!
Y le contesta:
-pues dígale que se calle.
¬¬
Si ya sé, chistes como esos estuve recibiendo en mi cel.

Llegué a pensar que estos chistes eran cortesía del servicio de Telcel de noticias, así que por eso ni me quejaba, hasta que mi hermano me dijo que no eran gratis, que nos los estaban cobrando. Ahí si me enojé!!, me puse a investigar y resulta que efectivamente no eran nada gratis, $30 semanales por recibir chistes que normalmente les llamaría baratos, pero no es el caso.

Lo que encontré en mi investigación es que hay mucha gente que sigue pagando el servicio no solicitado, porque esta empresa renueva contrato cada semana sin preguntarte si estas de acuerdo. Y no empiecen a regañarme, que yo no hize ningún contrato. Asumo el gasto del tono que intenté bajar, pero no fué mi voluntad estar pagando cada semana por chistes chafas que no solicité y ni risa dan.

Intenté cancelar el servicio enviando CANCELAR al xxxxx pero los mugrosos chistes siguieron llegando. Lo intenté otra vez y nada. Luego llamé al 01-800 y solo contestó una grabadora y que creen que me dijo? que enviara CANCELAR al xxxxx, bueno también me dijo que enviara un mail y al parecer eso me ha funcionado, van 3 dias sin chistes.

Entonces la recomendación es que si no quieren estar gastando $30 semanales nomás de oquis, no anden mandando esos mensajes, porque al menos son 3 empresas muy conocidas y que se anuncian en la tele las que hacen esto.

Excluyo al menos a los mensajes de reality show, de esos de "vota por mi para quedarme" que en una sola ocasión mande para apoyar a mi favorito y todo sin problema. Bueno eso fué hace tiempo, ahorita no sé =P

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El trauma de mi nombre

Mi nombre nunca me ha gustado, ni siquiera en diminutivo, es más, creo que en diminutivo es como menos me gusta y esque aparte de feo me trajo problemas cuando estaba en el kinder.
Cada que hacíamos un trabajo en el cual había que poner mi nombre, la maestra vivía diciendome que pusiera mi nombre, y yo pobrecita miraba y miraba lo que había puesto y me hacía dudar.
Lo que yo escribía como nombre era "chayito" con letras chuecas y de un color diferente cada una de manera que se viera lindo, toda una obra maestra para mí. Y ella digamos que me calificaba, todo muy bien pero al final remataba con un: ponle tu nombre. Yo me regresaba a mi lugar y miraba y miraba mi trabajo y luego regresaba con la maestra a entregarlo sin haberle hecho ningún cambio, entonces ella tomaba su pluma y escribía una palabra totalmente extraña para mí: Rosario.
Así sucedió en repetidas ocasiones hasta que un día me decidí a preguntarle a mi papá:
papi, ¿como me llamo?
Y mi papá muy convencido me decía: chayito
Como su respuesta no me convencía, le hacía la misma pregunta a mi mamá, pero como si se pusieran de acuerdo me daba la misma respuesta.
No tienen idea de la confusión que esto le causaba a una pobre niñita de 5 años, no saben lo que es no saber tu nombre, esque era cuestión de identidad. Sólo imaginen a una niñita preguntando ¿cómo me llamo?. Hasta los perros dirían su nombre si pudieran.
Muchas veces escribí chayito en mis trabajos y la misma cantidad de veces fui corregida. De la misma forma repetía a mis papás la misma pregunta recibiendo siempre la misma respuesta, hasta que me resigné. Me dí por vencida y comencé a escribir esa extraña palabra en mis trabajos, no tenia ni idea de quien era o que significaba Rosario pero yo así lo ponía, si así estaba contenta la maestra, así se haría.
Creo que entendí que mi nombre real era Rosario y no chayito hasta la primaria cuando ves aquel tema de los nombres propios... que confundida viví.
Moraleja:
"Cuando sus hijos les pregunten seriamente cual es su nombre,
sean sisnceros y no les anden inventando cosas.
Por favor"