Viviendo en el DeFe

Ya son varias semanas las que llevo viviendo en el DeFe y me doy cuenta de que aquí todo es masivo. Es impresionante como puede vivir tanta gente en un estado tan pequeño. ¿Donde vive tanta gente?, me preguntaba hasta hace poco pero he notado que las casas de 3 pisos son bastante comunes aquí y hay muchas que alcanzan los 4 pisos, claro, estoy hablando de casas particulares porque aparte hay una gran cantidad de condominios donde cabe muchísima más gente. Casi no se desaprovechan espacios, veo muy pocos terrenos valdíos. En mi rancho una casa de 3 pisos llama un poco la atención, resalta de entre las demás. Sí las hay, tampoco es cosa del otro mundo pero es mucho más común que lleguen solo al segundo piso.

Nunca antes había tenido que hacer fila para entrar a un vips, o sea, no es el gran restaurante, es sólo un vips y sin embargo tengo que registrarme, y esperar mi turno. Hay que hacer fila hasta para entrar al baño de un restaurante!!. Y no hablo de 2 o 3 personas, nooooo, hasta 15 personas esperando su turno. Lo bueno que no he tenido ninguna emergencia si no, que tragedia.

Muchísima gente en las tiendas de ropa, al cruzar la calle, central de autobuses, uuuyyy en el metro no se diga. En el metro he sido aplastada ya en varias ocasiones y ya hasta me llevé mi agarrón de nalga. Me han ayudado a salir del metro gracias a un jalón de brazo (cosa que agradezco porque si no, no me bajo) y también me han subido como que a la fuerza. No es buena idea arrepentirse cuando el vagón se acaba de detener porque el gentío que está detrás de tí está 100% dispuesta a subirse ya. No he aprendido muy bien a andar en metro, más bien sigo a la multitud. Bueno ya hasta me equivoqué de sentido, hace falta un poco más de señalización .

Hablar del super es otro cuento. Conseguir un carrito es un acto de astucia y mucha suerte, hay que andarlos cazando. Siempre que voy, no importa si no es quincena, siempre he batallado en conseguir un dichoso carro. No sé si sean pocos o si los paqueteritos tardan en traerlos de regreso pero siempre se batalla en conseguirlos. En una ocasión fui en domingo a comprar la despensa. De hecho fue el día del padre y pensé que esa era la razón de que hubiera tanta gente de compras, pensé que a lo mejor por las rebajas la gente quizo aprovechar, pero hoy que no se festeja nada, que es un domingo como cualquier otro me volví a topar con un gentío igual que aquel domingo. Es como andar haciendo las compras de pánico previo a navidad en mi rancho. Una allá se prepara, trata de evitar las compras de pánico y mejor compras con anticipación. ¿Cómo serán las compras de pánico aquí?, ¿cómo le hacen para moverse en los pasillos con todo y carrito?, ¿cuánto tardarán en conseguir un carrito?.

Y como estos lugares hay muchos más en los que siempre encuentro gente, mucha gente, la verdad a veces me da miedo, no quiero imaginarme un caso de emergencia en la que tenga que correr, sea en un lugar cerrado o al aire libre uno facilmente podría ser aplastado.

Por lo pronto todo va bien, voy aprendiendo a vivir en el DeFe.