miércoles, 18 de marzo de 2009

De chiquita me la tronaba...

Bueno igual y no tanto así como para ver elefantes rosas volando pero si me gustaba oler el pegamento de barrita llamado Pritt.

Lo olía por mero gusto y placer propio, porque olía muy bien, lo olía tanto que el aroma aún no se me borra del cerebro, se quedó muy bien grabado ese olor dulcecito que se desprendía cada que quitaba la tapita.


No es que fuera yo una prittadicta, sólo que una vez destapada la barrita, pues era dificil parar de olerlo, de hecho sólo dejaba de hacerlo hasta que me calaba la nariz, sentía un ardor y esa era como la manera de decir suficiente.


Hize esto de oler el pritt durante la primaria, hasta que alguien me dijo que me iba a sangrar la nariz y desde entonces he tenido esa creencia a pesar de que este pegamento no es tóxico sino completamente inofensivo, pues es para el uso de los menores. Creo que uno se lo puede comer a mordidas y tampoco le pasa nada. Pero si es tan inofensivo, ¿por qué me calaba la nariz luego de un rato de estarlo oliendo? A lo mejor antes si era tóxico y resulta qeu si me la tronaba, quien sabe.
Y todo esto lo empecé a recordar ayer que me prestaron un pegamento de barrita marca UHU, lo destapé y en seguida lo llevé a mi naríz para olerlo...oohh desepción pues el olor es tan sutil que casi me lo embarro para poder percatarlo. Me dio risa empezar a recordar que de chiquita me la tronaba con el pritt jajaja.

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