viernes, 27 de marzo de 2009

De la vez que me quedé encerrada

Hace unos cuantos dias se cumplió un año de que estuve en la capital del pan de pulque, Ramos Arizpe. No pasé mucho tiempo allá, tan sólo el suficiente para aventarme mi chascarrillo, mi gracia del viaje: Me quedé encerrada.

Una noche antes mi compañero y yo habíamos cenado pizza, pero los de la Dominos, no son tan buena onda como para llevarte la factura a domicilio, así que ese día teníamos que ir por ella. Como había comentado
antes soy intolerante a la lactosa, por lo que el límite para comer queso es de 2 rebanadas de pizza, y así lo había hecho pero ese día comí unos tacos que incluían queso. Me los comí confiadamente, porque igual y no era mucho queso.


El resto de la tarde transcurrió normal hasta que llegó el momento de irnos. Como la empresa queda sobre una carretera, casi en medio de la nada, los taxis había que pedirlos desde media hora antes. Lo pedimos y a la media hora salimos. Ya habíamos firmado la salida en la caseta y esperamos unos minutos cuando mi estomago me dió la primera señal de advertencia: un retortijón. Bueno igual y fué solo uno, nada malo, pero en seguida vino otro. Lo único que dije fué: "ya quiero que venga el taxi", cosa que en realidad quería decir: ¡¡maldito taxi, llega ya!!

El dolor cada vez era más fuerte y según mis cálculos muy apenas llegaría al departamento.

Yo: mejor no vamos hoy por la factura

Compañero: ¿por qué, ya estás cansada?

Yo: si ya estoy cansada

Cansada? ca...ada me iba a poner si el taxi no llegaba.

El dolor llegó a un punto en el que no lo pude callar:

Yo: Necesito que venga el taxi ya!

Compañero: ya se tardó verdad?

Yo: si esque necesito ir al baño

Compañero: Te cayó mal la comida?

Yo: si, me duele el estomago

Compañero: ah pues dile al guardia que si te deja entar al baño.

Yo: mmm si verdad?, deja le digo.

Le dejé mi maltín a mi compañero y pedí permiso de entrar para ir al baño y el guardia me dejó entrar sin registrarme. Mientras caminaba y subía escalones, tenía que apretar el trasero para evitar una desgracia.


Por fin llegue al baño y en pleno acto de alivio, las luces se apagaron...ay no! esa no era buena señal.

Cuando salí del baño noté que no había nadie en la oficina, fui a la puerta y estaba justo como lo suponía: CERRADA. Era una de vidrio gruesa, no podia ni sacudirla.

"Piensa, piensa, ¿que puedo hacer? no tengo el teléfono de mi compañero, ¿por qué carajos no le pedí su número?"... En eso miré mi reloj, eran las 6:20, seguramente aún había gente en la oficina y alguien debía saber su número. Llamé y me pasaron su número, de pedo marqué y...

--El teléfono que usted marcó no está disponible o se encuentra fuera del área de servicio--

¡Coño!...Otra vez marqué y fue lo mismo. O mi compañero lo estaba ocupando, o no tenía saldo, o de verdad estaba fuera del área de servicio, el punto es que la llamada no entraba.

"Piensa, piensa, que puedo hacer?" Me paré en la puerta y vi hacia abajo en el estacionamiento a una chica que iba a subir a su auto, me embarré en la puerta como si fuera yo un garfield para auto, algo así como esto:



para ver si de casualidad ella podía notar desde abajo mi llamativo sueter verde...pero no, ni siquiera voltió hacia arriba.

Otra vez a pensar, que demonios podía hacer? estaba encerrada y no podía ni gritarle a mi compañero, no había nadie que me oyera, pero ahh!! estaba en una recepción, a lo mejor ahi había algun teléfono. Debajo del cristal del escritorio hallé un listado de extensiones y ahi estaba mi salvación: la extensión de vigilancia.

Marque y...

Vigilancia: ¿Vigilancia?

Yo: buenas tardes, habla fulana de tal, pedí permiso para entrar a las oficinas para ir al baño pero me dejaron encerrada, podría sacarme?

Vigilancia: andele, ¿en dónde mero está?
Yo: en las oficinas administrativas
Vigilancia: a bueno, orita buscamos las llaves y mando a alguien por usted
Yo: ok, muchas gracias
Y me puse a esperar, sólo era cuestión de que llegaran...

y segui esperando...

a lo mejor no hallaban las llaves...

volví a llamar para saber el status actual de mi busqueda

Yo: habla fulana de tal otra vez, la que se quedó encerrada, ¿todavía no vienen por mi?

Vigilante: ah si, ya fuimos oiga, no había nadie

Yo: achis, cómo si yo he estado aquí, no me he movido

Vigilante: no oiga, pos entramos hasta adentro y no había nadie, le estuvimos gritando

Yo: aaayyyy, bueno a lo mejor no son las oficinas administrativas, pero estoy en las oficinas donde estan las contadoras mmmm no me se sus nombres, mmm ah la contadora norma m. ella trabaja aqui

Vigilante: a esas son las oficinas de contabilidad, las administrativas son las otras, bueno orita vamos por usted

Aclarado el asunto, otra vez a esperar.

...

y otra vez no aparecían, volví a llamar para darles más pistas:

Yo: Soy otra vez la que se quedó encerrada, esque no han venido por mi.

Vigilante: Ya fueron a las oficinas de contabilidad oiga y no había nadie.

Yo: esque yo no me he movido, mire estoy en las oficinas que están entrando por la caseta de mano derecha hacia arriba, donde está la virgen de guadalupe

Vigilante: aaaaaaah, ya se donde está, orita van por usted.

Si, otra vez a esperar...

Se empezaba a oscurecer, y yo me empezaba a poner nerviosa, los perros del terreno de al lado, empezaron a aullar, el viento soplaba muy feo casi como en la película de hasta el al viento se le frunce jajaja, la temperatura también empezaba a bajar y el sol ya se había ocultado. Estaba encerrada y sola, empecé a imaginar que pasaría la noche ahi y que por supuesto pasaría frio. La desesperación me hizo llamar otra vez.

Yo: buenas tardes soy otra vez la que se quedó encerrada, lo que pasa esque ya me estoy poniendo nerviosa y no vienen por mi.

Vigilante: Ya fueron oiga y que no había nadie

Yo: pero aqui no ha venido nadie, fueron a las oficinas que le dije, las que están entrando por la caseta de mano derecha las oficinas color melón que están hacia arriba?

Vigilante: si, ahi fueron y no había nadie.

Yo: mmm cuantas casetas tienen?

Vigilante: 2...la de adelante y la de atrás

Yo: aaaaa, pues se me hace que yo estoy en la de adelante, efrente de los patios de la GM.

Vigilante: andele, pues esta es la de atrás, por eso no la hallabamos pero orita le aviso a los de adelante

Eso parecía ser mi salvación, estuve llamando a la caseta de atrás y debía llamar a la de adelante, ahora si sólo era cuestión de esperar.

Pero nadie apareció, y a punto de ponerme a llorar, y ya casi sin luz del día otra vez marque al mismo lugar.

Yo: soy la que se quedó encerrada, oiga esque aqui no viene nadie, esque ya no sé que señas darle, estoy en las oficina sde contabilidad donde está la virgen de guadalupe grande, frente a los patios de la GM y es todo lo que veo, hay una carretera enfrente, creo que es la carretera a piedras negras

Vigilante: nooooooooooooo señorita, usted está hablando a salamanca

No lo podía creer, en todo ese tiempo me estuvieron buscando en salamanca, el mundo se me cayó en ese momento. Ya estaba a oscuras, no encontraba donde prender la luz, estaba solita y con miedo y muy nerviosa. De nuevo me puse a buscar en ese escritorio alguna extension que me pudiera ayudar y encontré otra más que decía vigilancia, marqué y volví a empezar:

Yo: buenas tardes, habla fulana de tal

Vigilante: ¿quien perdón?

Yo en voz baja: fulanita, lo que pasa es que hace ratito pedí permiso para entrar al baño pero me quedé encerrada, ¿podrían venir a sacarme? estoy en las oficinas administrativas, entrando por la caseta de lado derecho, en el edificio color melón que está hacia arriba y tiene una virgen de guadalupe.

Vigilante: a bueno, orita van por usted

Oh señal de alivio!, las señales eran claras, tenían que encontrarme, pero de nuevo el tiempo empezó a transcurrir y esperé y esperé.

De nuevo a llamar:

Yo: habla de nuevo fulanita

Vigilante: ¿quien?

Yo: la que se quedó encerrada, lo que pasa es que no vienen por mi y llamé hace ratito

Vigilante: ah donde me dijo que estaba?

Yo: en las oficinas administrativas, las que estan entrando a mano derecha que tienen una virgen de guadalupe

Vigilante: aaa, esque no se cuales dice

Yo: mire ahi afuera debe estar una persona con un maletín, ah no con 2 maletines esperando un taxi, preguntele a él, él si sabe donde estoy

Vigilante: no oiga, aqui ya no hay nadie

Yo: ¡¡¿Cómo que no hay nadie?!! "este condenado ya me dejó" pensé

Vigilante: No oiga, hace rato que se fueron todos.

Yo: aaayyyy, esque no se que señas darle, mmm a ver ¿si estoy llamando a la caseta de Ramos Arizpe verdad?

Vigilante: No, esta es la caseta de Toluca

Noooooooooooooooooo!!!!!

Acaso era eso posible?, había estado desperdiciando mi tiempo al llamar a dos ciudades distintas. Ahi si que la desesperación era mucha, otra vez, a buscar en ese escritorio el teléfono de la caseta de ramos, sin luz, sola y apunto de lágrima. En eso vi en la puerta la silueta de una persona asomandose hacia adentro. Me levanté de la silla y agité los brazos

-Eh, eh! aquí estoy, me quedé encerrada

Y el tipo nomás se quedaba viendo como tratando de distinguirme entre la oscuridad.

Vigilante: Esque no traigo llave

Yo: y nadie más en caseta la tiene?

Vigilante: No, no traemos, pero dejame ver de todas formas a ver si de casualidad alguien trae, pero no creo.

Y dejó cuidandome al perrito huevón que siempre estaba en la caseta y no se paraba ni para comer.

En eso llegaron varias personas, iban saliendo de recursos humanos y uno de ellos traía llave, me abrieron y salí. Me sentí como si saliera de la casa de big brother, y no por los aplausos sino porque todo mundo estaba a la expectativa ¿qué hacía yo a esas horas en las oficinas? De veras que me daban ganas de ponerme una bolsa en la cabeza para que no me reconocieran.

Mi compañero aún estaba ahi, con todo y el taxi, me dijo que quien empezó a sospechar fue el taxista, fue al que se le ocurrió que yo me pude haber quedado encerrada y que él sólo pensaba que yo de verass me sentía mal.

Desde entonces dicen que me les aparezco por las noches y no sólo en ramos, sino también en salamanca y toluca, que al ocultarse el sol empiezan a sonar sus telefonos y una voz desesperada les pide que la busquen. Naaaaaa, no es cierto pero que oso jajaja.

Bueno ya pasado todo el susto de ese día vienen las moralejas, porque hay muchas cosa que aprender de esta historia:

"Cuando salgas de viaje, asegúrate de tener el # de teléfono de tus compañeros, esto te puede salvar el pellejo"


"Si estas en otra ciudad y tus compañeros no traen saldo pero tu si, puedes mandar mensajes, en esos no te cobran el roaming"

"Pregunta primero a donde hablas, no des por echo que estas llamando al lugar que deseas"


"Evita los alimentos que te hacen daño, así empiezan las tragedias"


"Si presientes que te acabas de quedar encerrada en algún lugar, grita!, probablemente aún te escuchan"


"Si tu compañero va al baño, espéralo, no sabes que es lo que le pueda pasar"


Y mi favorita desde este día:


"Siempre que voy a algún lugar y sé que algo me podría pasar le digo a alguién: si no regreso en 15 minutos, vayan por mi"


Si se te ocurre alguna otra que yo no haya notado, me dices.

2 comentarios:

Mimi dijo...

esta entrada ya la habia leido pero no se me ocurrio preguntarte entonces: Y tu compañero?
no te busco? te abandono atu suerto el hijo de su mami?
que poca!
jejejejejej

Ross dijo...

jaja buena pregunta Mimi, él creyó que yo estaba muy pero muy enferma y que por eso me estaba tardando. Mejor el taxista se desesperó. Igual y sin taxista ahi hubiera amanecido.