martes, 20 de abril de 2010

Crónica de un viaje de canso (I Parte)

Ni estando de vacaciones soy para quedarme en casa. En esta semana santa el destino fue San Luis Potosí. ¿Por qué slp? pues porque es un destino relativamente cercano, relativamente barato y nunca habíamos estado ahí. La aventurita de este viaje de canso empieza desde la salida en la terminal de autobuses, la que está aqui por el rancho.

¿2 horas?
La salida del bus era de la central a la 1:40 am así que con que estuvieramos a las 1:30 en la terminal era más que suficiente. Llega uno, se registra para que el bus haga parada por uno (si no, te puede dejar) y a esperar. Apenas pasaron unos 15 minutos cuando anunciaron salidas a slp, peeero de los boletos marcados a las 11:45pm. Los buses traían 2 HORAS DE RETRASO!!. Nos ofrecieron irnos en uno que estaba ahí esperando y que tenía 2 asientos disponibles. Los asientos eran juntos y llegaríamos tan solo media hora antes de lo previsto a slp. Convencí a mi amiga haciendole ver las ¡2 horas! que estaríamos ahí aplastadas en la terminal. Nos fuimos.

Esos meseros
En cada oportunidad compruebo que meseros como los de mi rancho no hay. Los más rápidos, los más atentos, los más amables, los menos distraídos, los que te hacen sentir como rey son los de aquí. Esque no es por quemar pero la mesera que nos sirvió el desayuno tardó demaciado, nos llevaron la orden mal y nos querían cobrar de más, ah y nos dijo que los chilaquiles no picaban... ¿entonces por qué terminamos moquiando?.

Un laberinto
Justo cuando llegamos a la central de slp, vimos un módulo con varios folletos informativos sobre que hacer, o a donde ir en semana santa, uno de ellos invitaba al laberinto, un centro de ciencias que nos motivó desde el principio y se convirtió en nuestra primera meta. Nos informaron que podíamos llegar en un camion que nos dejaría a 2 cuadras del parque Tangamanga que ahi en la glorieta, en el monumento a la revolución nos bajaramos. Una vez en la glorieta a preguntar y un 'chico' muy atento de una estetica (con eso lo dije todo) nos dijo que no tomaramos taxi, que nos iba a salir muy caro, porque dentro del parque Tangamanga la maxima es a 20km/hr. Y ahi vamos, caminando en búsqueda del famoso laberinto. A partir de aquí empieza el canso, pues caminamos y caminamos dentro del parque que es como un bosque donde puedes rentar bicis, asadores, hay juegos, la gente hace su dia de campo ahi, etc.






Y caminamos y caminamos y dijimos aquí es!! y ahí no era, y caminamos más y dijimos aquí si es, y era un balneario, y seguimos caminando de subida, se nos atravesó un mmm que será?... un mini zoologico? con avestruces y venados y pues ¿como dejarlos pasar?. Uno no los ve todos los días.




Y seguimos caminando y todavía no, y dijimos ahí tiene que ser y tampoco era. No tomamos tiempo pero yo si calculo facilmente más de una hora y media, de pura subida, no muy inclinada pero luego de un rato si se siente.

El destino valio la pena. Es un lugar bastante interactivo y con aparatos muy entretenidos, por ejemplo, aquí estoy yo desde una cámara infrarojo donde las partes oscuras son las más frias, mietras que las más blancas son las más cálidas.



Nótese lo frio de mi naríz y mis manos jojojo (decía mi mamá que desde bebé he tenido las manos heladas =P). Ah y la temperatura que se muestra del lado derecho corresponde al punto que esté detectando la 'mira'. Y sí, también soy de mano grande.

El camino de regreso fue menos cansado, tan solo 45 minutos de caminata hasta la entrada al parque. Se nos fué el día ahí, y ya no nos dió tiempo de subirnos al tranvía.


Chucherías
El ambiente en la ciudad era como de fiesta, no parecía una semana santa normal, o sea no se sentía el luto que generalmente se siente. Había mucha gente en las calles, puestos donde vendían chuchería y media: ropa, bisutería, comída, botana, dulces, juguetes, etc, etc. Y como decirle que no a tanta cosa?, nos compramos chuherías, muchas chucherías!!.


La señora pescado
Vaya manera de arruinar un desayuno. Una que solo quiere desayunarse unas enchiladas potosinas y la señora pescado que lo arruina con sus comentarios:
- Mesero, traigame 'quiensabeque'... y que esté bien hecho si no ni me lo traiga!
- Mesero, a esto le falta sal!
- La sal era para hoy!

Imaginense desayunar así cuando uno anda de vacaciones. Yo primero compadecía al señor que estaba a su lado, pensé: pobre marido lo que tiene que aguantar, pero no, el estaba igual de amargadito.
La señora pescado y su acompañante leían el periodico y en eso ella exclama:
- Ja! que estupidos!
:0 No supe a quien le diría eso pero tampoco quiero saber.

En seguida entró al restaurante un músico con violín y... y... maldita vieja, lo tenía que arruinar!
- Ora sí- en una expresión tipo 'lo que me faltaba'
Y eso que fué solo un violín, que le hubiera dicho al cilindrero o al de las marimbas en Córdoba?.
Y qué dijeron ya acabó, pues no!
-Mesero, llevese esto (la comida), no se que les pasó hoy pero la salsa sabe a pescado!
Mmm a mi se me hace que la que sabe a pescado es ella ¬¬

...

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