jueves, 4 de diciembre de 2008

Receción

El maestro de economía tenía razón...lo predijo.

Acepto que sus clases nos dormían, que su voz arrullaba, que si eran interesantes pero el horario no ayudaba. A las 10:30 de la noche lo que más preocupaba era si aún pasaban los camiones por la universidad y no si en china la mano de obra es muy barata. No importaba quien era el secretario de las Naciones Unidas, importaban más las incómodas sillas de respaldos que llegaban sólo a media espalda.

Investigaciones y traducciones, demaciado material, pasar la semana traduciendo un artículo sobre lo caro de los medicamentos del SIDA en el mundo y que en el examen sólo venga una pregunta de este artículo. Fue desgastante, llegaba a fastidiar, pero de tantas cosas que el maestro dijo recuerdo lo que mencionaba sobre la receción de los años 30 en EU, decía que no había trabajo, y que cuando eso sucede dependes del gobierno, que ponían a la gente a cavar zanjas y despues ponían a otras personas a taparlas. Despúés dijo que se esperaba que volviera a pasar lo mismo en EU, que se esperaba una receción, y que lo más probable era cuando en EU cambiara de presidente, que eso volvía al país vulnerable. Nos explicó como es que la economía depende del gobierno durante una receción.

En su momento no le dí la debida importancia, eso que él platicaba parecía lejano e impensable. Aún hace poco que se empezó a ver por todos lados lo de la crisis no creía que fuera tan fuerte, que anduvieramos tan mal. La primera señal que recuerdo fue la quiebra de la aseguradora AIG, que luego el gobierno de EU impidió con su aportación que esto sucediera, luego las caidas en las bolsas de valores, después el dolar subió hasta $14, y fue entonces que el presidente Calderón anunció el plan para evitar la crisis en México, que incluía la construcción de penitenciarias y demás obras de infraestructura. Dijo que mientras hubiera trabajo todo estaba bien. Esto me transportó a las clases de economía, y de nuevo vino a mi mente la gente cavando y tapando zanjas. No era una alerta, era una realidad. El maestro tenía razón y yo me puse a temblar.

Y por si quedaba algúna duda de que hay receción, ya lo hicieron oficial, es un hecho, y para salir de una receción se requiere tocar fondo. ¿Qué tan terrible puede ser? ¿Cuantas zanjas habrá que cavar? ¿Cuántos años puede durar?... en estos momentos prefiero olvidar por completo las clases de economía...prefiero no pensar.

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