jueves, 1 de julio de 2010

Alex

Hace un año creía estar a punto de quedarme varada en otra ciudad. La línea de autobuses en la que normalmente viajaba dejó de operar ahí. Me costó trabajo adaptarme a la otra línea y esque el viaje estaba largo y en los otros asientos ya le conocía los positos. A final de cuentas me resultó imposible dormir ahi pero pues no había de otra. Al menos no me quedé varada.
Luego, por la situación de violencia en otra ciudad la verdad no me pude quedar mas tiempo, con maletas ya en mano apunto de irme como cobarde tratando de salvar la vida (más vale aquí corrió que aquí quedó), alguien me informó que no había salidas de autobuses, que la carretera es peligrosa y que no iban para el rancho. De inmediato me puse a revisar la pagina de internet y nada, no habia salidas, otra linea y nada, la otra y nada. ¿Sería cierto? Sólo había una manera de investigarlo. Me lanzé a la central y para mi fortuna si habia unas cuantas salidas, contadas, muy distanciadas, pero a final de cuentas se podía salir.
Una vez arriba del autobús creí estar a salvo aunque sí urgía salir. En el camino, antes de abandonar la ciudad, una pitadera de camionetas atrajo la atención de todos. Eran ellos, los de las camionetas marcadas, los que tenían a la ciudad sometida con su violencia. Los tenía frente a mi y quedé paralizada. ¿Tranquilidad?... hasta una semana despues de estar en casa.
Y ahora?
Me siento varada, sin hacer maletas para regresar a casa mañana... no hay manera...no hay camino. Un furioso huracán llamado Alex ha incomunicado ciudades incluido el rancho. Supuse que no podría regresar, que me quedaría varada pues el camino de regreso está incomunicado y las líneas transportistas no tienen fecha de reinciar sus corridas, así que por tierra de momento es imposible.
¿Y por aire?
Si, por aire si puedo, sólo que necesito que deje de llover, que Alex desaparezca, que termine de caer. Entonces veo si puedo llegar por aire. De momento estoy varada, sin poderme mover, sin hacer maleta de regreso, sin saber si podre salir pronto o no. Estoy sola, varada y sola, imaginando lo que puede pasar allá, viendo a traves de una pantalla el escenario que encontraré a mi llegada. Sola, viendo como la ciudad se destruye, aguantando la angustia de tanto desastre, sin nadie que comprenda, sin un hombro en donde apoyarme. Bien, en perfectas condiciones pero lejos de casa, lejos de todos, esperando regresar cuando quizas muchos desearían salir.
Ahora entiendo a la gente que quería regresar a Haití cuando tembló. ¿Por qué querían regresar si el suelo no estaba firme?. Era peligroso regresar, sin embargo preferían estar allá, con los suyos, en su tierra.
He librado uno que otro suceso por estar fuera, solo espero que si de verdad el mundo se va a acabar en el 2012 pueda estar en casa, supongo que no se siente igual un mundo destruyendose en completa soledad que al lado de la gente que quieres. Y esque no dudo que vayamos encaminados a la destrucción, ya que por si fuera poco un huracán tan salvaje, Alex ya hizo su mugrerito en el desmadrito que ya era el derrame de petroleo en el golfo.
Lo único que queda es esperar a que deje de llover, a que Alex desaparezca.

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